La expresividad del rostro es la que determina nuestros diferentes estados de ánimo y viene generada por la acción de los músculos faciales que, con su contracción y acortamiento, provocan la aparición de pliegues cutáneos o arrugas que a priori desaparecen cuando el músculo se relaja.
Con el paso de los años y la acción repetitiva de estos músculos faciales principalmente del tercio superior de la cara, estos pliegues o arrugas de expresión acaban por convertirse en arrugas bien marcadas en la frente, en el entrecejo y/o alrededor de los ojos (patas de gallo), que no desaparecen nunca de nuestro rostro. Tal situación da como resultado un rostro con aspecto envejecido, triste y cansado.
El tratamiento de las arrugas de expresión es el mejor antídoto contra el envejecimiento facial por sus espectaculares resultados si se desea un eficaz rejuvenecimiento del rostro sin cirugía y con resultados naturales.
En los 5 – 6 días posteriores de la realización de este tratamiento, se empieza a observar una visible atenuación de las arrugas, pero los resultados definitivos se obtienen a los 15 días del tratamiento consiguiendo un rostro rejuvenecido y una expresión facial más natural y relajada que, a ojos de los demás, dan la sensación de “hacer buena cara”.